REPASO AL TDAH

En una reunión reciente con amigos, pero que también son jóvenes profesionales de distintos sectores, entre diversos temas salió a relucir la información que les estaba llegando en los últimos tiempos sobre la existencia real o ficticia del Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad. Dado que no es la primera vez que nos plantean esta cuestión y que nos hemos encontrado un artículo que, a nuestro juicio, solventa bastante bien y de forma sencilla las dudas que se presentan y que coincide con nuestro modo de ver esta situación, hemos decidido realizar una breve reflexión sobre esta cuestión.

Para las personas que lean esta entrada y consideren que no tienen suficiente información sobre este trastorno, les recomendamos la lectura de dos entregas sobre el tema que hemos realizado en este blog en Junio del pasado año.

En la primera de estas entradas, «Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad», realizamos una breve introducción y contextualización actual sobre esta afectación. Recordemos que las características diagnósticas más relevantes son la desatención, hiperactividad e impulsividad; teniendo presente que esta sintomatología tiene diferente peso en cada persona. Revisamos de qué forma se ven afectadas diversas esferas de la vida, los cambios que se están planteando a nivel diagnóstico y su base neurobiológica.

En la segunda entrega sobre esta temática, «Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad II«, nos centramos en las posibles vías de entervención. Las que se han mostrado mayores evidencias científicas hasta el momento son el tratamiento farmacológico, la formación de padres y educadores en técnicas de manejo conductual e intervenciones psicoeducativas. Finalmente, aportamos unas recomendaciones básicas para facilitar el día a día de estos niños y sus padres.

Una vez realizada esta introducción, nos metemos en el objetivo de esta entrada. Para las personas que se realicen preguntas sobre este trastorno. Como decíamos anteriormente, hay un artículo que refleja muy bien nuestra postura al respecto y que, además, proviene de una organización especializada en este aspecto, la Fundación CADAH o Fundación Cantabria Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad. Pues bien, en su artículo «Decir que el TDAH no existe es una irresponsabilidad y una temeridad» abordan esta tendencia que ha emergido y pone en duda la existencia de este trastorno. Desde nuestro punto de vista, las principales conclusiones a este respecto son las siguientes:

  • ¿Existe este trastorno? Sí, hasta el punto de que se señalan bases neurobiológicas que lo sustentan.
  • ¿Qué puede ocasionar el hecho de negar su existencia? Que las personas que lo sufran no logren una intervención o tratamiento, lo tengan de forma tardía o incompleta.
  • ¿Exite un tratamiento? Sí, de hecho existen varias opciones. Siempre es necesario estudiar cada caso y ajustar la intervención al mismo. La farmacología es habitual en estos casos, pero no necesariamente ni exclusivamente.
  • ¿Por qué han aparecedo tantos casos en los últimos tiempos? Influye mucho el hecho de que los padres tienen acceso a muchas más fuentes de información y han disminuído los prejuicios y estereotipos sobre las afectaciones neurológicas y psíquicas. Es importante señalar también en este punto la dicotomía entre la invención del trastorno y su sobrediagnóstico, una cosa es que no exista y otra muy distinta que cada niño inquieto sea hiperactivo.
  • ¿Se conoce todo sobre el TDAH? No. Se ha avanzado mucho pero todavía hay líneas de investigación abiertas que necesitan conclusión y otras que deben iniciarse.

Les invitamos a que lean el artículo de la Fundación CADAH si desean profundizar en algunas de estas cuestiones planteadas.

Por último, en este repaso que hacemos a este trastorno queremos traer a esta entrada otro artículo, «Características positivas en el TDAH», de la Fundación CADAH, sobre los aspectos positivos de los niños que presentan este trastorno. Nos parece una perspectiva muy positiva y que debemos tener presente porque, al hablar de estos temas, siempre nos centramos más en los síntomas o características negativas. Veamos algunas de estas virtudes:

  • Siempres están llenos de energía.
  • Son buenos para hablar en público.
  • Son capaces de ver el orden en el caos.
  • Son buenos ante los cambios.
  • Son grandes generadores de ideas.
  • Son hábiles para solucionar problemas.
  • Están dispuestos a probar y aprender cosas nuevas.
  • Tienen una gran decisión.
  • Buscan caminos alternativos hacia un fin.
  • Tienen buena capacidad para enfrentarse a situaciones difíciles.
  • Tienen buen procesamiento en información visual.
  • Evolucionan constantemente.
  • También suelen ser: apasionados, aventureros, colaboradores, creativos, curiosos, espontáneos, flexibles, ingeniosos, intuitivos, etc.

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